Un primer problema que se tubo que resolver entre la empresa Cementos Lima, los pobladores de los distritos de Villa María del Triunfo, Villa El Salvador, Pachacamac, Lurín y San Juan de Miraflores, y sus respectivas autoridades, fue el de cómo llevar una convivencia pacífica, dado que la planta de fabricación de cementos traería consigo algunos problemas medio ambientales como la contaminación y el ruido del lugar. Para contrarrestar estos efectos, la empresa decidió crear una asociación que se encargaría de hacer respetar los derechos naturales de las personas afectadas por la cantera de Atocongo: la Asociación Atocongo.
En primer lugar, esta se encargaría de velar por el derecho a la vida de los pobladores. Por encontrarse en una zona cercana a explosiones de canteras, la empresa se comprometió a cubrir los gastos médicos por accidentes producidos en la zona, así como brindar asistencia permanente en una posta médica para cualquier malestar que los residentes pudieran presentar.
En segundo lugar, la empresa se encargo de respetar en todo momento el concepto de propiedad de los pobladores, ya que estos son los legítimos dueños de los terrenos aledaños que ocupan. Para esto, la empresa se encargó de brindarles nuevos hogares (viviendas prefabricadas), dado que la mayoría de las familias vivían en casas de materiales no aptos para la construcción. Además, se comprometió a pagar un tributo a la municipalidad de Villa Maria del Triunfo por concepto de uso de terreno y por la actividad de producción.
Finalmente, para evitar que la flora y fauna de la zona se destruya, Cementos Lima procedió a crear el santuario de Amancay, donde, con ayuda activa de los pobladores, velar por el equilibrio ecológico de la zona. De esta forma, la empresa Cementos Lima cumple con respetar los derechos de las personas que podrían ser perjudicadas de una u otra manera por las actividades de producción en la zona.
Por otro lado, Cementos Lima no solo busca defender los derechos básicos de las personas, sino también su crecimiento igualitario y justicia social dentro de la sociedad. Ejemplo de esto son los programas de ayuda educativa para niños de edad escolar, que tienen como meta no solo preparar a los niños y jóvenes para su futuro profesional, sino también para integrar mejor la participación entre maestros, padres de familia, autoridades municipales y empresa. Finalmente, es destacable señalar que, mediante estos programas, Cementos Lima no solo atiende a la demanda de educación de la zona, sino también que ayuda a los gobiernos locales y al Estado a promover que los niños de esta parte del Perú tengan las mismas oportunidades para triunfar en el futuro.
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